Nuestro top ten de obras chachas que, por supuesto, no nos hemos molestado en ir a ver.
Pero si nos invitas... siempre habrá un huequecito en nuestro sucio corazón para el desfase glam de
Cats, el retro-cabaret de
Cabaret, el buen-rollismo homoerótico de
5gays.com, la farsa de lamé vienés
El fanstama de la ópera, Víctor Hugo Disney y su
El jorobado de Notre-Dame o el musical queer
Queen.
Para los paladares más exquisitos, la cartelera madrileña tiene tres joyas que no vamos a perdernos.
Cena para dos con José Luis López-Vázquez (mejor verla antes del obituario),
La chulapona, zarzuela visceral y, atención, redoble de tambores, la auténtica joya de la corona:
Esmoquin 2: un año después, interpretada por Arturo Fernández, el hombre que más se parece a si mismo, el primer ser humano ibérico clonado secretamente hasta la extenuación, el español que si se quitara la corbata, se ahogaría por exceso de oxigenación. Ahh, ese hombre. Le queremos tanto...